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domingo, 31 de enero de 2016

Hablemos de... Jorge Lorenzo: amor-odio hacia un piloto






Hoy me apetece hablar del que probablemente sea el piloto con el que más sentimientos encontrados tengo. Por una parte, su pilotaje me fascina, pero por otro, en ocasiones sus declaraciones hacen que todo lo que puede ganar de cara a la afición en la pista, lo pierda después con su actitud.

Por eso, este hombre hace que la gente pueda pensar que soy bipolar. Porque al hablar de él, unas veces puede parecer que me cae bien y otras que le odio. Pero pensándolo fríamente, ¿por qué voy a negar una evidencia por afirmar otra? Me explico…



Que Jorge es un piloto que no cae bien por regla general lo sabe todo el mundo. Él es una persona que no se corta a la hora de decir lo que piensa, pero eso provoca que muchas veces diga tonterías.  De aquí cada uno puede sacar sus conclusiones de lo que eso quiere decir…
Esto siempre se nota más cuando gana. Se viene arriba, se le suben los humos, y se convierte en un tipo insoportable cada vez que abre la boca, casi siempre con el “yo” por delante. Porque cuando no gana, se le ve con más humildad y eso hace que te “acerques” un poco más a él, pero cuando lo hace, esa humildad se esfuma y sólo queda el egocentrismo.
¿Esto es malo? Pues hombre, él es así. A unos les puede gustar y a otros les puede resultar odioso, pero lo que es de agradecer es que él al menos diga lo que realmente piensa y no se esconda y se invente gilipolleces cuando hace una u otra cosa.
Al contrario del comportamiento del que pareció su novio en el final de temporada de 2015.

Eso sí, lo que tampoco se puede negar, es que es un piloto como la copa de un pino. Su capacidad para ir rápido sin que parezca que va al límite, con esa clase y esa finura, hace que cuando las cosas le van bien sea uno de los rivales más difíciles de ganar.
Lo único que le falla, en mi opinión (como todo lo que escribo aquí), es que cuando algo no está como él quiere no es capaz de dar ese plus que sí dan otros pilotos en situaciones en las que algo no va como les gustaría.

Para nosotros, los rossistas, es difícil que nos caiga bien un rival como él (para mí el más fuerte de todos los que ha tenido Valentino), pero tampoco me parece justo que se le pite en los circuitos, y voy a decir por qué.

Cuando Valentino estaba en Ducati y todo el mundo (pilotos, aficionados y parte de la prensa) se cebaban con él y decían que estaba acabado y que era mejor que se retirase, Jorge fue el único de sus grandes rivales que se posicionó de parte de Valentino y le defendió.
Eso, añadiéndole que Jorge no había recibido el mejor de los tratos por parte de Valentino en el pasado (con el muro de Yamaha de por medio), para mí es motivo suficiente para que todos nosotros le estemos en parte agradecidos. Yo personalmente lo estoy, aunque sólo sea por eso: por apoyar a mi ídolo en el momento más duro de su carrera.
Es cierto que después de ver gestos como el de Sepang, en caliente, te replanteas muchas cosas, pero para mí ese apoyo que le dio allá por el 2012 siempre estará en mi memoria y por ello creo Jorge Lorenzo se merece el respeto de nuestra parte.

Obviamente, este año la tensión ha crecido entre ellos y eso ha hecho que muchos nos hayamos metido con él, pero es normal que estas cosas pasen cuando se están jugando el Mundial. Ambos han patinado en algunas declaraciones.

Pero esto no quiere decir que los rossistas le pitemos en los circuitos. Quizá no se merece nuestro aprecio, pero tampoco creo que se merezca nuestro desprecio. Para mí, ambos deberían de tener el reconocimiento “de la otra parte”.
Por mucho que después cuando estos dos pilotazos se jueguen un Mundial, cada uno despotrique contra el mayor rival del piloto al que apoya.



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