Después de ver en la primera parte del capítulo 2 cómo se desarrolló todo hasta que Valentino decidió irse a Yamaha, en esta segunda parte veremos cuándo se firmó finalmente el contrato, de qué manera, y cómo consiguió que Jeremy Burgess y el resto del equipo fuesen con él en esa nueva aventura que le deparaba en 2004. Porque no todo fue tan fácil como puede parecer…
Todo estaba pactado. Valentino había llegado a un
acuerdo verbal con Yamaha para correr con ellos, y ahora lo que le preocupaba
es que nada se filtrase a la prensa, para así poder tener tiempo de ultimar los
detalles del contrato, darle una explicación a Ducati, y comunicar a Honda su
decisión.
No quería que su relación con Honda afectase,
porque iba a ser Campeón del Mundo con ellos por tercera vez consecutiva y,
como él dice: “Para qué estropear a fiesta?”
Además, tenía otro frente abierto. Él quería que
Jeremy y su equipo le acompañaran, por lo que tenía que comunicarles que había
decidido irse a Yamaha. Jeremy siempre le había hecho entender que si se iba,
él le acompañaría allá donde fuese, así que Valentino reunió a todo el equipo
en el circuito de Rio de Janeiro.
Allí, en una pequeña sala, convocó a todo el equipo
y les hizo saber que estaba evaluando correr para Yamaha, y lo que sucedió fue
que todos se quedaron en silencio. Según Valentino, esto fue la reacción de
quienes piensan seguirte donde sea, pero realmente nunca esperan que te vayas.
En este punto, Valentino les dijo que no quería
presionarles, pero que necesitaba una respuesta antes de finalizar el GP de
Japón, lo que les daba unos 10 días de margen. Menos mal que no quería
presionarles.
Con esta situación, Valentino y el resto del equipo
llegaron a Motegi, donde para acentuar más la situación, Honda le presentó el
contrato a Valentino y le comunicaron que ésa era la versión final, y que si no
lo tenía firmado el domingo por la mañana, entenderían que no iba a correr para
Honda en 2004.
Así pues, el viernes intentaba tener acercamientos
a Jeremy para hablar del tema, pero tenía la sensación de que le evitaba. Y,
llegado el sábado por la tarde, Valentino finalmente le tuvo que preguntar
directamente. La respuesta de Jeremy le pilló por sorpresa y le propinó un
mazazo muy duro: “Lo siento, lo sentimos todos mucho, pero hemos decidido no
irnos contigo.”
Aunque, pasado un rato, Valentino vio las cosas más
claras, y entendió que lo que Jeremy estaba haciendo era presionarle para que
no dejase Honda. Según cuenta Valentino, incluso llegó a intentar convencerle
de que Yamaha nunca atraparía a Honda, porque no tenía ni los mismos recursos
ni los mismos ingenieros. Quizá Jeremy pensó que, así, Valentino seguiría los pasos de Doohan, que también tuvo oportunidades para cambiar de marca pero finalmente nunca lo hizo.
Todo esto, por un instante, hizo que Valentino se
revolviera, puesto que para él Jeremy Burgess era su persona de máxima
confianza dentro del equipo, y sabía bien que, si él no quería irse a Yamaha y
quedarse en Honda, tendría a Nicky Hayden, que acababa de debutar ese año y era
su compañero de equipo, como su nuevo piloto. Lógicamente, eso era una apuesta
segura para Jeremy y tendría un buen futuro asegurado.
Así que, tras esta conversación, Valentino volvió
al hotel (y aquí divaga un poco sobre las similitudes que tiene ese hotel de
Motegi con el Overlook Hote, de “El Resplandor”). Allí tenía su contrato de
renovación, aún sin firmar. Estaba en un momento decisivo, y decidió reservar
otra habitación de hotel para hablar con Furusawa, y con el máximo dirigente
del departamento de Yamaha, Kitagawa, quien había ido explícitamente ese fin de
semana para intentar cerrar el acuerdo. Allí, en mitad de la noche y de una
reunión extremadamente importante donde querían poner en común cómo afrontarían
la siguiente temporada y qué garantías le daría Yamaha a Valentino para tener
una buena moto, Valentino nos cuenta cómo se quedó atónito cuando, mientras
discutían todos los términos, el gran jefe Kitagawa se quedó dormido. Esto fue
lo que se le pasó por la cabeza: “¿Qué demonios? Estamos hablando del futuro,
de cosas muy importante tanto para mí como para ellos, ¿y este tío
sencillamente se queda dormido?”
Más tarde entendió que los japoneses se acuestan
muy pronto porque se levantan muy temprano, pero que “ver a ese fulano dormir
mientras mi futuro se decidía me hacía sentir incómodo.”
No obstante, la reunión no fue tan mal y, mientras
miraba por la ventana a la colina del circuito, decidió que no había vuelta
atrás y que aunque Jeremy no le acompañase, él seguiría adelante y firmaría por
Yamaha.
Por ello, el día siguiente bajó al circuito en su
scooter, con su contrato sin firmar, y lo entregó en blanco a los directivos.
Todos entendieron lo que significaba y no cruzaron palabra, simplemente se
dieron los buenos días y Valentino fue a su motorhome a prepararse para el warm
up.
Al terminar la carrera, en la que quedó segundo, le
dijo a Jeremy que se iba a Yamaha, aunque fuese sin él. Valentino nos cuenta
que fue incómodo, porque se podía ver cierta decepción en los ojos de Jeremy,
ya que había intentado retenerle sin éxito, y a la vez estaba entendiendo que
no tenía el valor para hacer el cambio.
Pero todo esto se disipó en Malasia, donde
Valentino logró coronarse Campeón del Mundo, el 5º título en su carrera
deportiva. Tras la celebración, Jeremy fue a hablar con Valentino y le dijo que
quería hablar con Yamaha, así que, mucho más desahogado y con esas dos alegrías
en un mismo día (ganar el campeonato y que Jeremy accediese a irse con él),
arregló una reunión con para él con Yamaha en Australia.
Aunque no todo iba a ser tan fácil… Valentino
comunicó a Yamaha que necesitaba a su equipo con él, pero en Yamaha no estaban
tan convencidos de querer ficharles, ya que consideraban que el equipo con el
que contaban actualmente era suficiente. Además, Yamaha pedía ya la firma de
Valentino porque, al parecer, les dijo que hasta que no ganase el campeonato no
iba a firmar, y eso ya había sucedido… Así que querían el contrato firmado ese
mismo domingo en el que se había proclamado campeón.
Pero Valentino, primero se fue de fiesta a celebrar
el título, encontrándose con Ángel Nieto y disfrutando de sus múltiples anécodtas, y el lunes (con una resaca evidente
que en el libro nos “tapa” con que no se podía levantar del cansancio), se
presentó en la habitación del hotel en el que había quedado con los
representantes de Yamaha, a última hora y con prisas porque tenía que coger el
vuelo a Sídney.
Es decir, el contrato más importante en la carrera
deportiva de Valentino y uno también de los más importantes de la historia del
motociclismo, se hizo efectivo tras una larga espera, con el consiguiente miedo
de que al final no se presentara y no firmara, entrando rápidamente en la
habitación con todo el equipaje acuestas, y pasando las hojas leyéndolas por encima mientras iba firmando.
Así fue. Nada de una reunión de traje, en una gran sala, con muchos notarios tomando nota... No no, en una habitación, "rápido y corriendo".
Eso sí, antes de salir, avisó a los responsables de Yamaha de que Jeremy estaba interesado, para que hicieran todo lo posible para que siguieran juntos. Es decir, luchaba en todo momento para mantener a todo el equipo unido. Esto era vital y nos hace entender mucho mejor el ambiente en el que quiere trabajar.
Y así fue como, el miércoles por la noche, ya en Australia, Valentino fue a buscar a Jeremy a un bar para acudir a la reunión concertada con Yamaha, y se le encontró con unas cervezas de más. "Alegre". Pero entonces el mítico jefe australiano hizo algo que Valentino considera "increíble", y es simplemente aparentar no haber bebido ni una gota y parecer estar totalmente sobrio. Por lo visto, no se le notaba nada. Y no sólo eso, sino que además, al reunirse con Furusawa, le habló con una sencillez y una humildad que el directivo japonés no se esperaba, ya que se pensaba que al tener delante a un jefe de mecánicos que había ganado 8 de los últimos 10 títulos posibles (con Doohan y Rossi).
Lo que Burgess le contó a Furusawa, y a Jarvis y Brivio que también estaban presentes, fue lo siguiente:
"Honda es un buen equipo, pero lo que ellos hacen no es brujería. Si hacéis lo que Valentino os diga veréis como todo sale bien. Para evitar malentendidos, lo mejor es que los ingenieros hablen directamente con Valentino, porque si yo tengo que traducir y meterme es posible que haya algo que se pierda. Y los ingenieros necesitas decirle muchas cosas, necesitan ser oídos. Serán los que hagan la moto que Valentino pilotará, así que debe haber buena comunicación. Mirad, si conseguís eso, no habrá problemas."
Y no hizo falta nada más. Al día siguiente, firmó el contrato, así como muchos de los miembros del equipo que finalmente se pasaban a Yamaha. Querían irse tantos, que hubo dos de ellos que se tuvieron que quedar en Honda porque no había hueco para ellos. Entre los dos, el telemetrista, ya que en Yamaha sí se quedaron con Matteo Flamigni.
Lo que son las cosas, como dice Valentino: "Dos semanas antes, ninguno quería seguirme a Yamaha, y ahora había tanta gente queriendo cambiarse que no quedaba sitio."
Llegados con esta situación a final de temporada, sólo quedaba hacerlo oficial. Y es que hasta después de la carrera de Valencia no se convocó la rueda de prensa en la que se confirmó el paso de Valentino de Honda a Yamaha.
Tanto es así, que Valentino nos cuenta cómo, la noche del sábado antes de la carrera, se cruzó con Gibernau y éste le dijo que suponía que iba a anunciar que se quedaba en Honda, a lo que Valentino contestó que no, que se iba a Yamaha, y fue cuando vio un destello en los ojos de Sete, que veía la oportunidad de ganar en 2004.
Esa misma noche, Valentino se hizo fotos despidiéndose de su Honda RC211V, y se sincera diciendo que esa despedida fue una de las cosas que más le costó, porque le gustaba mucho esa moto.
Y, al día siguiente, con esa decoración especial, decidió que tenía que ganar, porque quería quedarse con el sabor de la victoria al no saber cuánto tiempo pasaría sin volver a hacerlo. Y así lo hizo.
Luego resultó que no hizo falta esperar mucho, sólo hasta la siguiente carrera, en Welkom.
Espero que os esté gustando. Próximamente, el capítulo 3.
Así fue. Nada de una reunión de traje, en una gran sala, con muchos notarios tomando nota... No no, en una habitación, "rápido y corriendo".
Eso sí, antes de salir, avisó a los responsables de Yamaha de que Jeremy estaba interesado, para que hicieran todo lo posible para que siguieran juntos. Es decir, luchaba en todo momento para mantener a todo el equipo unido. Esto era vital y nos hace entender mucho mejor el ambiente en el que quiere trabajar.
Y así fue como, el miércoles por la noche, ya en Australia, Valentino fue a buscar a Jeremy a un bar para acudir a la reunión concertada con Yamaha, y se le encontró con unas cervezas de más. "Alegre". Pero entonces el mítico jefe australiano hizo algo que Valentino considera "increíble", y es simplemente aparentar no haber bebido ni una gota y parecer estar totalmente sobrio. Por lo visto, no se le notaba nada. Y no sólo eso, sino que además, al reunirse con Furusawa, le habló con una sencillez y una humildad que el directivo japonés no se esperaba, ya que se pensaba que al tener delante a un jefe de mecánicos que había ganado 8 de los últimos 10 títulos posibles (con Doohan y Rossi).
Lo que Burgess le contó a Furusawa, y a Jarvis y Brivio que también estaban presentes, fue lo siguiente:
"Honda es un buen equipo, pero lo que ellos hacen no es brujería. Si hacéis lo que Valentino os diga veréis como todo sale bien. Para evitar malentendidos, lo mejor es que los ingenieros hablen directamente con Valentino, porque si yo tengo que traducir y meterme es posible que haya algo que se pierda. Y los ingenieros necesitas decirle muchas cosas, necesitan ser oídos. Serán los que hagan la moto que Valentino pilotará, así que debe haber buena comunicación. Mirad, si conseguís eso, no habrá problemas."
Y no hizo falta nada más. Al día siguiente, firmó el contrato, así como muchos de los miembros del equipo que finalmente se pasaban a Yamaha. Querían irse tantos, que hubo dos de ellos que se tuvieron que quedar en Honda porque no había hueco para ellos. Entre los dos, el telemetrista, ya que en Yamaha sí se quedaron con Matteo Flamigni.
Lo que son las cosas, como dice Valentino: "Dos semanas antes, ninguno quería seguirme a Yamaha, y ahora había tanta gente queriendo cambiarse que no quedaba sitio."
Llegados con esta situación a final de temporada, sólo quedaba hacerlo oficial. Y es que hasta después de la carrera de Valencia no se convocó la rueda de prensa en la que se confirmó el paso de Valentino de Honda a Yamaha.
Tanto es así, que Valentino nos cuenta cómo, la noche del sábado antes de la carrera, se cruzó con Gibernau y éste le dijo que suponía que iba a anunciar que se quedaba en Honda, a lo que Valentino contestó que no, que se iba a Yamaha, y fue cuando vio un destello en los ojos de Sete, que veía la oportunidad de ganar en 2004.
Esa misma noche, Valentino se hizo fotos despidiéndose de su Honda RC211V, y se sincera diciendo que esa despedida fue una de las cosas que más le costó, porque le gustaba mucho esa moto.
Y, al día siguiente, con esa decoración especial, decidió que tenía que ganar, porque quería quedarse con el sabor de la victoria al no saber cuánto tiempo pasaría sin volver a hacerlo. Y así lo hizo.
Luego resultó que no hizo falta esperar mucho, sólo hasta la siguiente carrera, en Welkom.
Espero que os esté gustando. Próximamente, el capítulo 3.
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