46

46

jueves, 12 de noviembre de 2015

Nacionalismo deportivo absurdo



Hoy me apetece hablar de algo que en las últimas semanas me ha tocado especialmente las pelotas. Si te gusta que las personas sean moralmente correctas, lo que incluye ser respetuoso, te recomiendo que no sigas leyendo esta entrada. La razón por la que no voy a serlo es muy simple: ellos no han respetado a toda la afición del motociclismo, y por lo tanto, no me han respetado a mí.


Lamentablemente muchos de nosotros hemos tenido que aguantar cómo se ha intentado echar por tierra el trabajo que Valentino ha hecho durante todo el 2015. Es más, se ha intentado destruir su historia en el motociclismo a raíz de lo sucedido en Sepang… al menos en España. ¿Y todo por qué? ¿Por hablar claro y sin tapujos sobre otro español? ¿Por una acción nada acertada en un determinado momento de una carrera? ¿O simplemente será por ser un firme candidato al título frente a un español?
Permitidme que me decante por la tercera opción, y es que seamos claros: pilotos de poca relevancia han hablado sobre pilotos españoles y no se le ha dado bombo, y momentos de acciones no acertadas de otros pilotos han dado mucho menos que hablar. Pero ay, Valentino estaba realmente cerca de conseguir quitar un Mundial a un español, y eso sí que dolía.

Ahora vamos a ir entrando en materia, y para ello, cito (porque decir copio y pego de la Wikipedia queda menos elegante), los deberes de los periodistas:
  1. El periodista no debe nunca obtener información de manera ilícita.
  2. El periodista debe respetar la verdad y reconocer el derecho de los ciudadanos a conocer esa información.
  3. Los periodistas tienen la obligación de informar sobre hechos de origen conocido.
  4. Tienen, además, la obligación de no eliminar informaciones que son esenciales para los ciudadanos.
  5. No deben distorsionar la información que ofrecen de manera intencionada.
  6. Los periodistas deben rectificar todas las informaciones que sean erróneas, incompletas o perjudiciales.
  7. No deben aceptar, bajo ningún concepto, gratificaciones por ofrecer un tipo de información concreta.
  8. Deben publicar siempre información objetiva e imparcial.
  9. Tienen que respetar los derechos al honor, a la no discriminación y a la propiedad intelectual y promover la igualdad.

Las que más me interesan para lo que quiero hablar hoy están en negrita, y la verdaderamente esencial además subrayada.
Por poner el ejemplo más claro: la “patada” de Rossi a Márquez en Sepang. Y hablo basándome en artículos de gente (que no periodistas viendo los deberes que deben cumplir y que no cumplen) como Raúl Romojaro (AS), o Jaime Alguersuari (que no sé ni para quién o qué trabaja), o muchos otros que rondan por Twitter dándoselas de imparciales pero que se les ha caído la careta cuando las cosas se han puesto complicadas. Esto es lo que ellos llaman...


Del punto 2 veo que no se respeta la verdad, pues la verdad es que no existe patada, que quedó demostrado, y ellos siguen emperrados en decirlo.
Punto 4, eliminar informaciones esenciales, como el hecho de que Márquez rodaba en entrenamientos casi un segundo más rápido de lo que lo hizo en carrera, echando por tierra así su afirmación de que “Marc estaba haciendo su carrera”.
Punto 5, sobre distorsionar la realidad, mejor no hablo de ello porque no acabaría. Sólo digo para abreviar que “Matrix” es una demo al lado de los artículos de esta gente.
Punto 6, volvemos a lo mismo sobre la patada. En un principio parecía que sí, luego se demostró que no, y no sólo no han rectificado, sino que como he dicho antes, han seguido diciéndolo.
Y punto 8 y más importante: ni son objetivos ni son imparciales. Más bien son como pequeños Hitler (y perdonad el símil tan radical pero es para que me entendáis).
Lo único que les importa es que su raza aria gane las carreras, y a todos los que no pertenezcan a ella y pongan las cosas difíciles, los acosan y apedrean, consiguiendo así que la gente entendida del motociclismo desde antes de ayer, se forme una idea totalmente alejada de la realidad de un determinado piloto. Lo verdaderamente importante para ellos es conquistar el máximo de territorios posibles, que suene el himno español al término de cada prueba, lo cual no me puede parecer más triste.
Porque si de verdad amas este deporte, siempre te fijarás en un piloto que para ti tenga alguna cualidad esencial, que por lo que sea te guste más, pero nunca mirarás el color de su bandera.

Y ahora la gente me podría decir: “¿Y tú no haces lo mismo con Valentino Rossi que lo que los periodistas hacen con los pilotos españoles? ¿Eso no es ser un hipócrita?”
Sí, lo hago, porque mi bandera es amarilla y tiene un 46, y no me cuesta nada admitirlo al contrario que a ellos, que se les llena la boca diciendo que son imparciales pero luego pierden el culo por todo aquello que sea español. Y lo más importante: yo no soy periodista. No informo a una masa de público, no es mi deber no distorsionar la información por "culpa" de mi afición a Valentino, y por lo tanto, no tengo por qué ser objetivo e imparcial.
Diferencias. Sutiles, casi imperceptibles, pero diferencias.

El deporte se “inventó” para divertirse y competir sanamente. Para unir, no para crear guerras, como en los primeros Juegos Olímpicos de Grecia donde se paraban las luchas mientras se celebraban. Por tanto ellos son la antítesis del deporte mismo, creando artículos cargados de polémicas y mentiras para influir en un público que acude como un redil de ovejas a una “única verdad” sin contrastar nada (los de antes de ayer). Público que es el que más se enciende y el que menos respeta, y todo esto creado por estos “periodistas”, causantes de que el GP de Valencia se declarara evento de alto riesgo.

Por todo esto, y hablando claro y para terminar: esta gente no merece ser llamada periodista. Son más fanáticos que muchos de nosotros, con la diferencia de que lo son hacia un país, no hacia un piloto.
Yo tengo claro que nunca escupiré en el plato del que voy a comer; mientras ellos no hacen otras cosa intentando cargarse de un plumazo a una leyenda que tanto ha hecho por el motociclismo y tanto les ha dado que hablar para ganarse su sueldo.  
Ese nacionalismo absurdo hace que me plantee hasta qué punto es necesario llegar para sentirse orgulloso de haber nacido, aleatoriamente, en un país. ¿Hasta el punto de llevarlo al ámbito del deporte y no importarte derribar al que para muchos es el mejor piloto de la historia?
Pues dejadme que os diga una cosa: por mí pueden seguir contando y escribiendo gilipolleces si con ello se sienten orgullosos. Puede ser que hasta yo mismo lo esté haciendo, y verdaderamente me siento orgulloso de escribir estas líneas. Pero la leyenda de Valentino Rossi es mucho más extensa que sus parráfos, y por tanto, perdurará en la historia, mientras que sus artículos caerán en el olvido.



4 comentarios:

  1. Vaya, muy buen post! Sigue asi... me reporto desde Arg :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias! Me alegro mucho de que te haya gustado :)

      Eliminar
  2. Disculpa haber leído hasta ahora, también totalmente de acuerdo contigo, me dio mucha tristeza lo que ocurrió en pista entre Vale y MM, pero me dio más tristeza y rabia el leer como los medios periodísticos españoles se ensañaron con Vale y disculparon al otro. Todo esto te lo escribo desde México, donde podemos ser "objetivos" ya que no influye la nacionalidad de los pilotos, sino lo que transmiten desde la pista. MM me perdió para siempre y siempre #IoStoConVale. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Arturo. No había leído este comentario hasta ahora. Por desgracia, en España no sólo se ha convertido en una campaña proespañola, sino antiRossi, porque lo único que están haciendo es intentar echar por tierra la imagen de Valentino.
      En fin, una pena, pero al menos me consuela que haya gente que sea capaz de pensar por sí misma y no dejarse influir tanto por los periodistas.
      ¡Muchas gracias por leer y transmitirme tu opinión! Un saludo.

      Eliminar