Si algo me ha gustado siempre del deporte, es esa sensación de que traspasa fronteras. Esa unión que puede crear en personas de diferente cultura, con vidas tan distintas. Incluso, en ocasiones, podemos ver cómo se unen dos aficiones distintas por un mismo objetivo.
Desde que tengo uso de razón me ha parecido que el
uso de la nacionalidad en él es una mera cuestión de orgullo para aquellos que
solo se fijan en los números, y aquellos que no son capaces de ver que precisamente
la bandera no debería tener tanto protagonismo.
Por supuesto, hay deportes y deportes. Concretamente
el motociclismo, es uno de esos en los que, a mi modo de ver, tiene menos cabida
el nacionalismo.
Sin embargo, la triste realidad es que cada vez se
radicaliza más en este sentido.
Una de mis primeras entradas en este blog fue “Nacionalismo
deportivo absurdo”, y hablaba de la manipulación por parte de los medios. Y hoy
en día, 3 años después, esta práctica algunos la siguen realizando, pero lo que
sobre todo se percibe es que la información va únicamente enfocada a un público,
y muchos estamos hartos (al menos en España que es donde vivo y de donde puedo
hablar con conocimiento) de ver cómo los informativos televisivos abren una
noticia de un resultado de un GP diciendo cosas como: “Los españoles han hecho
un buen papel en el GP de Qatar”; o en el caso de medios especializados, que
titulan las posiciones finales de unos test (en los que el más rápido ha sido
un piloto extranjero): “Viñales termina segundo con Márquez y Lorenzo entre los
5 primeros clasificados”.
Estos ejemplos anteriores no son reales por la
simple razón de que no quiero señalar a ninguno en concreto, pero si seguís
varios de estos medios en redes sociales, podéis ver por vosotros mismos que no
me estoy alejando de la realidad. Lo hemos visto, sin irnos ni siquiera ni un
mes atrás, con las crónicas de los test en Superbikes donde lo único que se
veía en los titulares era el nombre de Bautista. O el previo del Mundial en
DAZN España donde Izaskun Ruiz habla única y exclusivamente de los españoles.
Lógicamente, sé que estos medios pueden llegar a
generar más visitas o tener más audencia si dan protagonismo a los que tienen
su misma nacionalidad, pero eso queda muy lejos de dejar una buena imagen, y
más concretamente en España, de ser la mejor afición del mundo.
Porque si para tener más visitas, tienes que
recurrir a eso, quiere decir que una gran parte de los que están generando esos
click, los mayores consumidores, son gente que sigue el deporte porque hay un
español al que apoyar. Y esto no es nada nuevo, todos sabemos que desde la
llegada de Dani, Jorge, y sobre todo de Marc, el número de “aficionados” al
motociclismo ha crecido exponencialmente, y los medios solo dan lo que más le demandan.
Y esto, es muy triste.
Esta parte anterior, la de los medios, es la que
puedo llegar a entender, porque detrás de ellos hay gente que tiene que vivir y
pagarse sus gastos. Pero la que no voy a entender en absoluto, es a esa otra (que
a veces coincide con periodistas y otras no), que en sus redes sociales hacen
gala de un nacionalismo absurdo, llevado el extremo. Por poner un ejemplo claro
de esto: Jaime Alguersuari (que protagoniza la imagen de esta entrada), cuyo objetivo en Twitter parece ser manchar
la imagen de Valentino mientras ensalza a los que han nacido en un mismo de
trozo de tierra que él. Todo esto mientras UTILIZA una forma ABSURDA de ENSALZAR
las PALABRAS como si fuese más un MANÍACO que un PERIODISTA, usando MAYÚSCULAS
INNECESARIAMENTE. Y no dudo para nada de todo el conocimiento de este hombre (probablemente
más del doble del que llegaré a tener yo en mi vida sobre motociclismo), pero
por eso mismo me parece aún más grave lo que hace.
Está claro que muchas de estas personas lo que
tienen es todavía muy adentro los años de dominio de Valentino, y no pueden soportar
que siga en activo y al nivel que está. Aunque lo realmente preocupante es que
sean también personas que llegan a muchísima gente y que lo único que hacen es
radicalizar la “afición”: Los extranjeros son caca, y los españoles muy buenos
todos.
Y ese discurso simplificado (y exagerado por mi
parte) lo usan como altavoz de su patriotismo. Eso sí, luego los hooligans,
somos otros.
Sinceramente, creo que la verdadera afición no se
fija en la bandera que porte el piloto, sino en su carácter, en su forma de
ser, y en su pilotaje (entre otras cosas). Los que apoyan a un piloto por su
nacionalidad, obviamente muchas veces pasan todos esos aspectos por alto.
A mí, sin ir más lejos, que soy un gran fan de
Valentino, me gustan otros pilotos como Mir o Rins (españoles), Pecco (también
italiano), o Miller (australiano). Cada uno por un conjunto de cosas como ya he
mencionado antes. Sin embargo, los aficionados de bandera apoyan a Marc, Jorge,
Mir, Rins, Rabat, etc. solo por eso, su nacionalidad, sin fijarse en nada más
(porque tampoco tienen interés en hacerlo).
Y ojo, entiendo que se pueda crear un vínculo mayor
con alguien con quien compartes ciertos aspectos culturales, pero permitidme
dudar de que en la mayoría de los casos sepan siquiera de dónde provienen.
En definitiva, creo que se debería de dejar de mirar a las aficiones de X piloto, y hacer un poco de
autocrítica para darse cuenta de quiénes son realmente los hooligans del motociclismo. Porque si no, siguiendo por este camino, nos
cargaremos una de las bases del deporte, y continuaremos radicalizándolo.
Y eso sí que no beneficia a nadie.
Buenos días.
ResponderEliminarSoy Rossista, aunque no siempre lo he sido. Me explico: siempre me han gustado las carreras de MotoGP, en las que siempre he tirado por los pilotos españoles, pero sin forofismo alguno. Es más, con el único piloto español con el que he podido pecar de ser un poquito forofo ha sido con Márquez, hasta que he visto que el día menos pensado se mata él o mata a alguien (que le pregunten a Wilairot. O a Simone Corsi, que desde entonce no levanta cabeza). Desde entonces, y en vista de que Rossi tiene más fans en España que Lorenzo, Pedrosa, Márquez, Rins y Viñales (y con razón), soy Rossista, y cuando se retire, de Morbidelli, Bagnaia y Marini. De los actuales pilotos españoles de la parrilla, no me gusta ni uno. El único era Bautista, y ha acabado en Superbikes...
Y no me gustan precisamente por eso, por el forofismo que hay alrededor de ellos. No hay más que ver a Ernest Riveras glosar las andanzas de Jorge Martín, los hermanos Espargaró y en su día de Jorge Lorenzo, como si fuesen las hazañas de Hernán Cortés, aunque, claro, usando términos contemporáneos. Por eso disfruto cuando encuentro en YouTube alguna carrera narrada por Valentín Requeña. Por eso disfrutaba con los comentarios de Dennis Noyes, con su Cinta Americana y con lo que escribía en la revista Motociclismo. Por eso soy Rossista. Porque me niego en redondo a ser forofo de los pilotos españoles. Porque ninguno va dejar un legado como la Academy VR46. Porque lo que ha hecho Valentino con el mundial no lo ha hecho ni hará nadie.
ResponderEliminarIrónicamente, mi piloto favorito no es Valentino; es Manuel Poggiali. Sí, así de raro soy...
Esta es la opinión que tengo de los pilotos españoles que han competido en el Mundial de MotoGP en 2021.
ResponderEliminarMárquez: Un kamikaze y un cerdo como piloto. Como persona, mezquino, ruin, falso, mentiroso y cobarde.
Alex Márquez: Su carrera profesional (y sus títulos, obviamente) se los debe a su hermano. Nunca nadie hizo tan pocos méritos propios para subirse a una Honda del Repsol Honda Team.
Los hermanos Espargaró nunca me han caído bien. Ni Aleix ni Pol. Nunca. Ninguno de los dos.
Alex Rins es la gran mentira. Se cree que puede ganar algo y la realidad es que nunca ha ganado nada, a pesar de estar "en la pomada" en carreras sueltas o en categorías inferiores.
Joan Mir es el Nicky Hayden de la actualidad. Un piloto regular, que se cae poco, que gracias a esa regularidad consiguió el título que figura en su palmarés, aunque por lo menos el título sí se lo ganó por méritos propios, no como el de Kentucky, que ganó el título porque lo perdió Valentino él solito (lesión en Assen, problemas con los neumáticos, la caída de Valencia...).
Jorge Martín: Posiblemente, el que mejor me cae, aunque tampoco me dice gran cosa. Si me cae mal es por culpa de Ernest Riveras que lo tiene en palmitas de una manera inaceptable en un narrador de MotoGP.
Lecuona es el único por el que siento un mínimo de respeto. Lo cierto es que daba para lo que daba, aunque su final de temporada fue magnífico.
Respecto al señor del tweet capturado, sólo decir que así es como funciona, desgraciadamente, el fandom de Márquez. Otra razón más, pues, para tenerle asco al ilerdense.
Un saludo.
Y me olvidaba de Viñales... xD
ResponderEliminarBueno, de Viñales diré que es un llorón y un experto en poner excusas cuando las cosas no van como él quisiera. Todos los días le duele algo: que si la moto, que si el motor, que si el chasis, que si los frenos, que si las suspensiones, que si los neumáticos, que si la abuela fuma, que si patatín, que si patatán. Nunca ha ganado nada a pesar de tener señores pepinos por motos (debutó en 2011 con una Aprilia RSA 125. Si eso no es llegar y besar el santo...)
Además, ha salido tarifando de Repsol-Honda, de Suzuki y de Yamaha. Ahora está en Aprilia otra vez, a ver cuánto tarda en liarla.