Cuando hablamos de los grandes duelos de Valentino,
hay uno que casi siempre se nos olvida mencionar, ya sea porque realmente no
nos acordamos de él, o porque queda tapado por otro ocurrido ese mismo año en
el circuito de Montmeló. Me refiero al que tuvo lugar en 2009 en Sachsenring,
el mítico trazado alemán que esta semana acogerá como cada año una prueba del
Mundial.
Ese 19 de Julio, Valentino Rossi y Jorge Lorenzo
nos deleitaron con otro mano a mano que se llevó nuevamente Valentino, pero
esta vez había una acción que en principio pasó desapercibida, y se convirtió
en una anécdota que pocos conocen, o recuerdan… Una de esas que bien podría ser
parte del repertorio del gran Dennis Noyes.
Para ponernos en situación, vamos a recordar que
nos encontrábamos en el ecuador de un Mundial que parecía cosa de tres, con un
invitado que, pese a estar ya muy descolgado, aún podía decir muchas cosas. Esos
tres eran Valentino, Jorge, y Stoner, y el invitado, Dani Pedrosa. También hay
que tener en cuenta que, por entonces, Stoner estaba muy debilitado a causa de
una misteriosa enfermedad, visible precisamente desde el GP de Montmeló (de
hecho, más tarde se perdería Brno, Indianapolis, y Misano, y sería sustituido
por Kallio).
De esta manera, llegaba Valentino líder con 151
puntos, seguido de Jorge con 142, y de Stoner con 135. Mucho más atrás, con 92,
estaba Dani.
Hacía apenas un mes que Valentino y Jorge habían
tenido ese duelo para la posterioridad, ese 14 de Junio que a muchos no se nos
olvidará nunca, por lo que por esto más todo lo anterior, el Mundial estaba en
un punto interesantísimo.
La parrilla de salida era casi un reflejo de la
clasificación general: Valentino salía en la pole, la primera vez que la
lograba en MotoGP en Sachsenring, seguido de Jorge y de Stoner, mientras que
Dani salía en octava posición.
La salida iba a dar lugar como de costumbre a las
14:00h, e iba a ser en seco, pero los pronósticos decían que a final de carrera
podía aparecer la lluvia en escena… Este dato es clave para entender la maniobra
que realizó Valentino.
La mayoría de pilotos apostaban por duro delante y
detrás, pero sin embargo, Valentino montaba atrás un neumático blando, como
bien indicaba la franja blanca que lo rodeaba… La explicación que él daba, es
que si llegaba la lluvia era mejor llegar a final con el blando detrás.
Así pues, se apagaron los semáforos, y los cuatro
anteriormente mencionados se escapaban del resto, con una salida prodigiosa de
Dani. Fueron pasando las vueltas y, tras unos cuantos intercambios de posiciones,
la cosa parecía que iba a decidirse de nuevo entre Valentino y Jorge, ya que
habían cogido distancia con Dani, que peleaba por reengancharse.
Al llegar las vueltas finales, todo el mundo daba por
hecho que Jorge tendría ventaja, puesto que llevaba el duro detrás y la lluvia
no iba a llegar (de hecho lucía el sol), mientras que Valentino iba a notar más
el desgaste al haber cometido el error de montar el blando. Pero el final se
acercaba y Valentino no daba muestras de estar sufriendo más que Jorge, y tras
unos bonitos adelantamientos, se llevó la victoria (por cierto, la última en Sachsenring hasta la fecha) por tan solo 99 milésimas,
dejando confundidos a todos y especialmente a Jorge, que también confiaba en
ver una bajada de rendimiento en su rival que finalmente no apareció.
Pero más confundidos, y también sorprendidos, nos
quedamos todos cuando nos enteramos de que el neumático trasero de Valentino…
¡en realidad era el duro!
Resulta que se le ocurrió la genialidad en su box,
cuando no estaba abierto, de coger un rotulador blanco y pintar la banda del neumático
para hacer creer a todo el mundo que ese neumático era blando. Y vaya si le
surgió efecto, engañó a todos y principalmente a su rival en la lucha por la
carrera y el título.
Un acto de picardía en toda regla, pero también de
inteligencia, que le valió una nueva victoria y ampliar en 5 puntos la ventaja
sobre Jorge.
Sin duda alguna, es una anécdota que además de poco
sabida, se ha ido olvidando poco a poco por los que sí la conocían, y no me
parece nada justo que acabe cayendo en el olvido.
Valentino Rossi: gran piloto, mejor pícaro.
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