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miércoles, 3 de mayo de 2017

Paddock girls: el gris entre el blanco y el negro


Hoy voy a hablar de algo que ha estado muy en boca de todos estos días, desde que se conoció la intención del partido Podemos, en Jerez, de quitar las paddock girls del GP de España. Tras unos días, Dorna "zanjó" el tema diciendo que no se van a quitar porque son una parte más del mundo de MotoGP.
Y digo "zanjó", porque ni mucho menos se quedó parado, más bien al contrario, avivándose el debate en redes sociales y artículos de varios medios.

Nos encontramos ante dos extremos muy claros, y cómo no, por consiguiente, con extremistas propios de ambos puntos de vista, que serán los mismos que saquen de contexto algunas de las partes que desarrollaré en este texto, por mucho cuidado que tenga.
Para mí, la cosa está muy clara, y he de admitir que no entiendo tanto revuelo y debate referente a esto. Pocas veces he estado tan seguro de que mi punto de vista es el más correcto (siempre dejando un espacio a la duda por supuesto), y os explico cuál es.




Antes de nada, he de dejar claro el concepto que se utiliza para hablar de las paddock girls, que no es otro que el de "cosificación". Si atendemos a la segunda definición de la RAE, nos encontramos esto:

"Reducir a la condición de cosa a una persona."

Por tanto, entendemos que a las paddock girls, cuando se dice que se las cosifica, viene referido por el hecho de mostrarlas como un objeto. Bien sea por publicidad, o mucho más preocupante aún, por el hecho de estar al servicio de los pilotos, y en general, del motociclismo, dejando de lado la faceta que las mujeres pueden aportar en mil aspectos a este deporte (piloto, periodismo, realización y/o producción audiovisual, traducción...)

¿Es la solución, por tanto, quitarlas? ¿O, por el contrario, no tiene importancia y hay que dejarlo como está?
Entramos en los extremistas de los que os hablaba al principio. Los primeros, abogan por el sí al cese de las paddock girls, alegando que reducen la condición de la mujer a una simple "cosa" al servicio de los hombres. Los segundos, se refugian en la maldita "tradición", y en unos argumentos tales como "lo que hay es envidia porque unos no las pueden tener y otras no pueden ser como ellas".
Preocupante sin duda ese "tener", que refleja justamente una posesión de algo que no se puede poseer, pues estamos hablando de seres humanos.
De todos modos, con esto último no doy la razón a los primeros, pues a ellos se les olvida que estas mujeres tienen derecho a trabajar, y a hacer lo que ellas quieran, como personas libres que son, y que verdaderemente su función es importante para el campeonato.

Y entonces, os preguntaréis, ¿cuál es el punto de vista del que tan seguro estás? Pues se trata del intermedio, el gris entre el blanco y el negro. Es decir, no quitarlas, pero tampoco seguir permitiendo que se las cosifique de la manera en que se hace.
Dicho de otro modo, se trataría de evitar que fuesen escaparates de una publicidad que no tiene la necesidad de dar esa imagen.
Porque si bien es cierto que el mundo de la publicidad es complejo, y está claro que para algunos productos es lógico el desnudo, la provocación, el deseo, etc. (sólo hay que saber la forma de hacerlo sin degradar a ninguno de los dos sexos), también lo es que se convierte en un problema cuando se utiliza eso en productos en los que no tiene cabida, como en este caso son las motos, bebidas energéticas, casas de apuestas, y un largo etc. Por mucho que algunos medios se empeñen en dedicar espacios a las más "hot" de cada GP, como lo hace la propia web de MotoGP, lo que es deplorable hasta un punto que llega a ser vomitivo.
Añadámosle que, precisamente para dar esta publicidad, no es requisito indispensable ser mujer. Por lo que, ¿por qué no meter también hombres que puedan hacer la misma función que las mujeres?

En definitiva, se trata de que a las paddock girls dejen de vestirlas de esa manera en la que lo único que hacen es enseñar escote, llevar una falda corta, y tacones en un pit lane. Y también de introducir hombres, sin necesidad tampoco de marcar abdominales ni paquete.
Porque ninguna de esas imágenes es necesaria en el motociclismo.
Que los patrocionadores y marcas sigan contando con personal que les dé publicidad, porque sin ellos se perdería una parte importantísima de los ingresos para el campeonato, pero que lo hagan de manera responsable, sin cosificar a ninguno de los dos sexos (si se introdujesen los hombres), y lo más importante, sin obligar a nadie a llevar algo que la rebaje a esa condición. Porque es cierto que son libres y algunas harán eso porque quieren, pero también lo es que muchas de ellas no se sentirán del todo cómodas en muchísimas situaciones y que no les queda más remedio que aceptar para, como todos, subsistir.
De esta manera, ni se quitarían puestos de trabajos, ni se cosificaría, y seguirían habiendo ingresos que pudieran hacer posible lo que todos queremos: que el verdadero espectáculo del motociclismo siga siendo posible.

Es más sencillo de lo que parece, aunque a ninguno de los dos extremos les guste.

1 comentario:

  1. Creo que lo primero sería preguntar a ellas.... saber si se sienten maltratadas u obligadas a ese tipo de exposición.

    La solución, en un país democrático, no puede ser nunca la de prohibir, pues precisamente eso es lo más antidemocratico que hay....

    ¿Legislar una mejor forma de desempeñar ese trabajo? perfecto, siempre y cuando se negocie con las o los (dado el caso) trabajadores del sector.

    cualquier mejora de lo que sea, pasa por escuchar a todos los lados de la ecuación.

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