Valentino Rossi, retírate ya.

Normalmente, la gran mayoría de la gente está deseando terminar su vida profesional, para poder jubilarse y seguir viviendo tranquilamente, sin las preocupaciones que conlleva el trabajo.

Pero hay otros casos, en los que las personas no aceptan que ya no están en condiciones de rendir al máximo nivel, y esto pasa sobre todo en el deporte, ya que hay algunos deportistas que alargan su trayectoria de forma innecesaria, en muchos casos llegando a hacer el ridículo.

Este caso concreto es el de Valentino Rossi, que a sus 38 años se sigue arrastrando por los circuitos, demostrando que ya no puede más, pero negándose a dejar su sitio a los más jóvenes.

¿Qué por qué digo esto? Os lo cuento…

Son muchos los que han pedido (y piden) la retirada del piloto italiano, dada las lamentables condiciones y la falta de competitividad que son latentes en él, y que se niega a ver, tanto él como Yamaha, que le sigue manteniendo encima de la M1 Oficial por el simple hecho de que vende muchas gorras y muchas camisetas.

Y es que tras un 2016 en el que solo fue Subcampeón del Mundo, en la pretemporada de 2017 presentó muchísimas más dudas, siendo apabullado por su compañero de equipo Maverick Viñales, en los que claramente son unos entrenamientos que marcan el devenir de la temporada, desde luego.

Los problemas para Valentino empezaron en Qatar, en la primera carrera de una temporada que, por descontado, no debería haber empezado.

En los entrenamientos no estuvo fino, dejando ver que es una sombra de lo que fue (aunque ese “fue” corresponde a cuando no tenía rivales de nivel, claro). Pero el domingo se vio claramente beneficiado a causa de la lluvia que cayó en el circuito qatarí, y de encontrarse con la rueda de su compañero de equipo, que le llevó hasta el tercer puesto. Primer pódium, un golpe de suerte… y salvando los muebles.

Dos semanas después, llegó el GP de Argentina, y volvió a demostrar que ya no tenía el nivel necesario para una competición como esta, pasando incluso por la Q1.

Aunque, de nuevo, el domingo en carrera la suerte le sonrió y quedó segundo, gracias a las caídas de unas Honda claramente con muchos problemas (menos Crutchlow que no cuenta con su tercer puesto). De esta manera se ponía segundo en la general, a 14 puntos de su compañero Maverick, que había pasado por encima de él ganando las dos primeras citas.

Por último, llegamos a Austin, donde en entrenos estuvo siempre lejos de Maverick y Marc, que marcaban la pauta y nos deparaban un gran duelo para el domingo. Duelo que no se produjo debido a la caída de Maverick en los primeros compases de la carrera.

¿Y a quién beneficiaba más que a nadie este cero de Viñales? Pues una vez más (y van tres), a Valentino, que con un tercer puesto se podía poner líder del Mundial. Liderato que peligró por un momento con la sanción merecidísima de 0,3 segundos (si te van a tocar por intentar entrar por donde no hay hueco, te jodes y chocas a 180 km/h, y si no, calcula cuánto has ganado saltándote la chicane mientras sigues pilotando y devuélvelo), pero que quedó en nada porque los neumáticos de Dani bajaron de rendimiento y el italiano escaló hasta la 2ª posición.

Así pues, líder del Mundial con 6 puntos sobre Maverick Viñales.

Pero líder, no por su capacidad de dar el 120% en carrera, ni por su sacrificio, ni por su experiencia, ni siquiera por su talento innato y descomunal, que le hacen ser el líder de MotoGP más viejo desde los inicios del Mundial en 1949, con 38 años y unas ganas mayores que las de un rookie. No, únicamente por suerte. Por la única razón que podría decir alguien que se queda sin argumento posible ante una demostración semejante a la dada por Valentino, supongo.

Así que se puede seguir hablando, y seguir juzgando, que ya se encargará él de seguir cerrando bocas.

Esta vez no he hecho un repaso del GP de Austin (por falta de tiempo y otros motivos personales), pero para los que quieran, dejo aquí el vídeo del podcast que hicimos repasando las tres categorías.
¡Gracias!