Un año más, el Mundial llega a su fin con el
circuito de Ricardo Tormo como escenario. Y un año más, todos los aficionados
al motociclismo entristecemos por los siguientes meses que tendremos que pasar
sin ver ninguna carrera.
Eso sí, ninguna de las tres pruebas de hoy ha
decepcionado, brindándonos los pilotos tres auténticos carrerones, cada uno por
una cosa.
Así pues, vayamos con el último repaso de la temporada
2016.
Moto3: Un museo para Binder ya
La primera sorpresa saltaba incluso antes de que se
apagase el semáforo, puesto que Canet, que salía desde la pole, tenía problemas
y se veía obligado a salir desde pit lane, olvidándose así de sus opciones en
esta última carrera.
Los primeros compases eran tranquilos (dentro de la
tranquilidad que ofrece esta categoría), hasta que veíamos cómo Rodrigo y
Bagnaia se iban al suelo en la parabólica del T4. Con la repetición quedaba
claro que, al perder Rodrigo la rueda trasera, Bagnaia no tenía tiempo de
reaccionar y ambos se iban al suelo, con el italiano bastante enfadado, porque
de nuevo el hispano-argentino cometía un error que le costaba a otros la
carrera. Pero no pasa nada, porque papá Rodrigo se encargará en 2017 de echar
más billetes y ale, asiento asegurado.
Por delante Binder tenía algún tipo de problema y
perdía muchísimas posiciones, lo que en cualquier otro piloto hubiese
significado perder también las opciones a la victoria. Pero Binder no es “otro
piloto”, así que marcando vuelta rápida incluso con tráfico, se iba quitando
rivales y escalaba posiciones para llegar de nuevo a la cabeza.
Mientras esto pasaba, una nueva absurdez de
Dirección de Carrera obligaba a Mir a ceder una posición por adelantar con
bandera amarilla. El problema era que esa bandera había sido provocada por el
incidente entre Gabri y Pecco anteriormente mencionado y el adelantamiento se
había producido en la última curva, por lo que el español no había tenido
tiempo de ver nada antes de realizar la maniobra. Pero bueno, qué serie un GP
sin una cagada de este tipo.
Después, giro tras giro, se veía cada vez más claro
que Binder iba a llegar, y así lo hizo. Al contactar otra vez con Migno, Mir,
Bastianini, Di Giannantonio y Guevara, cometía un error al irse largo en la
curva Doohan cuando apenas faltaban 4 vueltas para el final. Pero otro error,
esta vez de Bastianini, le permitía ponerse segundo y en la recta colocarse
delante de Migno para liderar. Y ya ha demostrado esta temporada que en última
vuelta yendo delante… es prácticamente imposible de batir.
Así pues, pese a los intentos de Migno y sobre todo
de Mir (que hizo una apurada de frenada bestial en la última curva), Binder se
llevaba una nueva victoria, con el español segundo y el italiano del Sky VR46
tercero, y cerraba así un año impresionante.
Y vaya si lo ha sido, le ha sacado al segundo en la
clasificación, Bastianini (hoy cuarto en carrera), nada menos que 142 puntos,
que son muchísimos si tenemos en cuenta que es la categoría más igualada. Entre
eso y las exhibiciones que ha hecho este año, deberían abrir un museo dedicado
a Binder y su espectacular 2016.
Moto2: Zarco no acepta réplicas
Moto2, esa categoría famosa por ser la más aburrida
de las tres, hoy nos ha regalado unas primeras vueltas de infarto entre el
doble Campeón del Mundo Johann Zarco, y el aspirante a serlo en 2017 Franco
Morbidelli. Sus adelantamientos en las primeras vueltas, aunque absurdos porque
les ha impedido escaparse, han sido de lo mejor del día, poniéndonos a todos
los pelos de punta y con algunas maniobras sencillamente increíbles.
Luthi y Rins, por detrás de ellos, eran espectadores
de lujo de la carrera. También Áxel Pons, que lo veía desde su motorhome
porque, aunque parezca insólito, se ha caído hoy.
Eso sí, el “juego” de Zarco ha llegado a su fin
precisamente cuando el francés se muestra más fuerte: pasada la mitad de carrera,
cuando baja la gasolina. En ese momento empezó a tirar fortísimo hasta
conseguir desenganchar a un Morbidelli que veía cómo tendría que esperar al
siguiente año para conseguir su ansiada primera victoria.
Todo se estabilizaba, hasta que en últimas vueltas
Rins se pegaba a Luthi, que a su vez cogía a Morbidelli, y Lowes por detrás del
español también venía encendido. El resultado final fue que ni las gomas de
Franco ni las de Álex Rins aguantaron y ambos se veían rebasados por Luthi y
Lowes, respectivamente.
Zarco cerraba igual de bien la temporada que
Binder, y daba su último mortal en Moto2, con Luthi como subcampeón, segundo
también hoy, Morbidelli tercero y cuarto en la general, y Rins que pese a
acabar quinto por detrás de Lowes, conseguía el tercer puesto de la general.
MotoGP: Una despedida por todo lo alto
Jorge Lorenzo será todo lo que queramos, pero
cuando se muestra intratable y no hay quien le siga, es una bestia. Por los
entrenamientos ya podíamos prever lo que iba a pasar, pero se ha hecho realidad
cuando una mala salida de Marc y también de Valentino, sumado a una gran salida
por parte de Viñales y sobre todo Iannone, le permitían tirar desde el inicio
sin nadie que le pusiera oposición.
El resultado de eso ha sido que en pocas vueltas ya
contaba con dos segundos de diferencia, con Viñales haciendo un poco de tapón
(o eso parecía) a Valentino y Marc, en principio los únicos llamados a poder
frenar al mallorquín. El Doctor, en la última curvam hizo un adelantamiento muy
arriesgado a su futuro compañero de equipo, y tras dos curvas, Marc no dudó en
meterle también el hachazo (este año sí podía adelantar, hablando de hachazos…).
Después, y con Jorge en su particular versión de “os
veo ya en el corralito”, Valentino intentaba adelantar a un Iannone crecidísimo
en su última carrera con la Ducati/avión. Y digo intentaba, él primero y Marc
después, porque, precisamente, el F17 del que disponen los pilotos de Ducati
opinaba que tanto la Yamaha como la Honda le iban a comer los huevos en la
recta (espero haberme explicado con claridad).
Pero Marc, con ese permiso para adelantar del que
no disponía en 2015, sí lograba al fin imponerse a Andrea y se escapaba rumbo a
una segunda posición que tenía en la palma de la mano si no cometía errores.
Valentino, mientras tanto, nos recordaba una vez
más por qué Cheste es su circuito favorito (jé), y se ponía de los nervios
tratando de ponerse delante de su compatriota para coger unos metros que le
permitieran terminar el año en el pódium. Pero en una de estas, en un error
parecido al que ya cometió en Aragón este mismo año, perdía todas sus opciones,
teniendo que conformarse con un cuarto puesto que puede saber a poco, pero
realza aún más la barbaridad que realizó el año pasado en este mismo circuito,
terminando en la misma posición pero saliendo último.
En resumen, Lorenzo puso la guinda en su última
carrera con Yamaha (por ahora), y ganó de manera magistral, y Marc y Andrea
(visiblemente emocionado) le acompañaron en el pódium, con Valentino cuarto y
Maverick quinto.
Y un pequeño apunte, la moto más bonita de toda la
parilla, la KTM, ha tenido que abandonar tras unos problemas a mitad de
carrera. Mal resultado para su debut, pero con mucho terreno por delante para
mejorar de cara a 2017.
Y ese 2017 es el que todos esperamos con ganas, con
esos cambios tan sonados de Lorenzo a Ducati; Maverick a Yamaha; Rins y Iannone
a Suzuki; Zarco al Tech3; la entrada de KTM en el Mundial de la mano de Pol y
Smith…
Muchas incógnitas, así que de lo único que podemos
estar seguros, es de que tras un meritorio subcampeonato, Valentino volverá,
seguro, a pelear por el título.
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