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sábado, 16 de abril de 2016

Pitos, respeto, y moralismos.





Últimamente está muy de moda en el mundo del motociclismo eso de decir que hay que respetar a todos los pilotos, que no hay que pitarles, y que quien lo hace no es aficionado al motociclismo, sino un hooligan.
Últimamente, parece que hay personas que se creen superiores a otras por el simple hecho de “profesar” esta actitud, y que ya lo tienen todo ganado si se ponen una foto de Schwantz, Rainey, o cualquier piloto de la época dorada de 500cc como avatar.
Y últimamente, se me están hinchando los cojones con todo esto. Falso, hipócrita, y totalmente absurdo. Os explico por qué lo creo y después si eso ya me llamáis lo que queráis.


Antes de nada, si eres una persona a la que le molesta que alguien de su opinión sincera y sin tapujos, ya sea porque te sientas identificado y te de rabia o por el simple hecho de que otra persona tenga un punto de vista diferente al tuyo, te recomiendo que dejes de leer porque lo único que vas a conseguir es cabrearte, y no pretendo eso.

Ya metiéndome en lo que me interesa, os diré para empezar que no entiendo esas ganas de aparentar que tiene la gente. No me entra en la cabeza que se creen subnormalidades como #YoconelMotociclismo, cuando luego esas mismas personas que lo crean falten continuamente al respeto a un piloto, o varios.
Quiero decir, a mí me gusta el motociclismo, y dentro del motociclismo, me gusta Valentino Rossi. Por mil razones que no me voy a parar a explicar ahora. ¿Pero que apoye a Valentino, que le defienda, y que insulte a otros pilotos que creo que han hecho algo malo contra él y su carrera deportiva, significa que no soy aficionado al motociclismo? ¿Significa también que una persona que apoye a Lorenzo o Márquez, y les defienda e insulte a Valentino, tampoco lo es?
¿Por qué? ¿A qué responde esta gilipollez?

No, significa que sentimos pasión por un piloto en concreto y que todo lo que sea en contra de él, mientras pensemos que no se lo merece, nos hará cargar contra esos otros que entendemos que están provocando esa situación. No quiere decir que les queramos matar, ni que no les consideremos buenos en lo que hacen. Es simplemente lo típico que se hace en todos los deportes, que es defender a quien apoyas y atacar (cuando se da la situación, no porque sí) a sus rivales.


“Es que no se puede faltar el respeto a gente que se juega la vida”; “Es que hay que respetar el motociclismo”.
Se juegan la vida porque quieren y es lo que les gusta. Ojalá a mí me pagaran la burrada de dinero que se llevan por hacer lo que más me gusta en el mundo. Ellos han elegido ese camino y lo siguen eligiendo, y lo hacen para conseguir unos objetivos que les dan la gloria a ellos mismos, no a los aficionados, porque siendo quienes son podrían perfectamente dedicarse a otros muchos trabajos (incluso dentro del motociclismo) en los que no se jugasen la vida.
Vamos, que eso de “no se puede faltar al respeto a gente que se juega la vida” me parece uno de los muchos argumentos absurdos para intentar mostrar una superioridad moral que les haga sentirse mejores por el simple hecho de decirlos.
Porque cuántas veces no habrán insultado a policías, u otros cargos que también se juegan la vida, y esos sí que son por nuestra seguridad y no por alcanzar la fama y gloria. Pero claro, esto no se puede poner tan a menudo en Twitter y por tanto no interesa, porque no se alcanzaría suficiente postureo de cara a los demás usuarios.

Dos clarísimos ejemplos de esto lo vemos en el tema de los pitos, y en esto que estas últimas semanas se ha puesto tan de moda de: “Nunca me alegro de la caída de un piloto”.
Venga ya por favor, lo de los pitos puedo llegar a entenderlo y lo explicaré más adelante, ¿pero lo de que nunca se alegran de la caída de un piloto? No se lo cree ni el que lo dice.
El único caso que se puede dar para eso, es el de aquellos que se dedican al periodismo, que son verdaderos profesionales y por tanto tienen una imparcialidad que les hace no tener un favorito. Pero todos aquellos que lo tenemos: rossistas, lorencistas, marquesistas, o de cualquiera que se haya jugado alguna vez un Mundial o una victoria, nos alegramos de la caída de nuestro rival. Y no porque queramos que se caiga y se haga daño (en mi caso concreto), porque a mí me gusta que las cosas se ganen en la pista con todos en ella. Pero que el rival del piloto al que apoyas cometa un error porque tu favorito le está llevando al límite, o simplemente porque lo tenga sin más, es bueno de cara a una posible victoria y a conseguir el Mundial y por tanto, te alegras. Lo celebras. Gritas de emoción.
Lo hicimos los rossistas en Argentina, y lo han hecho los lorenzistas y los marquesistas en Austin. Es lícito, porque así es la competición. Es normal. Y no tiene nada de malo ni de inmoral.

Por otro lado como decía anteriormente está el tema de los pitos. Esto es algo que me hace especialmente gracia, porque ahora que es la gran mayoría de la afición la que pita a dos pilotos españoles, parece que es un crimen hacerlo.
Remontémonos un poco atrás, cuando corría Stoner, y la afición le pitaba por el simple hecho de ganar a Valentino, como muestra contraria a la de apoyo. Una cosa con muchísimo menos sentido que la de ahora, ¿verdad? ¿Qué decía la prensa? Ni mu. No es español. No pasa nada. Esto es así.
Un poco más atrás, cuando se pitó a Valentino en Jerez y en siguientes circuitos en 2005 por lo que pasó con Gibernau. Algo más de sentido que lo de Stoner, pero pitos al fin y al cabo. ¿Dónde estaba la prensa de nuevo para criticar esto? No se sabe, estaban demasiado ocupados en criticar a Valentino. Daba igual. Tampoco es uno de los suyos.
Y recientemente, y a la vez casi en paralelo a esto de 2005, la que más gracia me hace de todas: cuando en prácticamente todos los circuitos se pitaba a Jorge Lorenzo. ¿Por qué? En el caso de 2005 por su rivalidad con Dani Pedrosa, al que los españoles apoyaban muchísimo por verle como el próximo campeón de MotoGP. Y en el caso reciente, por su rivalidad con Márquez, el nuevo dominador de la categoría reina y llamado a ser sucesor del reino de Valentino.
Es curioso que cuando se le pitó por su rivalidad con Valentino sí se comentase algo y, sin embargo, en estos casos se mantuviesen bien calladitos, cuando era la propia afición española la que pitaba en circuito sí y circuito también, a uno de los suyos. Pero claro, por el que se pitaba también era de los suyos así que, ¿para qué decir nada?
Otro ejemplo, del que hablo por lo leído porque no lo viví, es el de Sito Pons y Joan Garriga, que tuvieron una rivalidad muy dura. Por lo que sé, se llega a hablar incluso de “guerra civil” (llevándolo al extremo), pero al ser entre dos españoles, tampoco pasaba nada.
Visto todo esto, resulta cuanto menos llamativo que no se haya hablado nunca de los pitos, o al menos no a este nivel. No, mejor decirlo cuando por el que se pita es por uno de otro país, y más aún si es por el que tantas veces ha hecho que los españoles no se alzasen con la victoria.

¿Que Valentino podría parar esto? No.
La afición (porque es gran parte y no sólo los que apoyamos a Valentino), pita a estos dos pilotos (sobre todo a Marc), por lo que entiende que fue una FALTA DE RESPETO AL MOTOCICLISMO Y LOS AFICIONADOS.
Si tanto hablamos de que no se les puede pitar por respeto, daos cuenta de una vez que por lo que se les pita es precisamente por eso mismo, por el poco que demostraron ellos a este deporte en lo que pasó a finales de 2015. Vuelvo a recalcar a Márquez, que fue el que hizo la guarrería de estorbar a un piloto que estaba jugando el Mundial con la única intención de que éste no lo ganara. ESO es una falta de respeto de las grandes. ESO es de lo que no interesa hablar.
Yo, y cualquiera, como aficionados, pitamos porque es nuestra manera de expresar nuestro descontento y nuestro desprecio hacia él y lo que hizo. Y tenemos todo el derecho del mundo a hacerlo, porque somos nosotros los que pagamos las entradas, los que ahora incluso pagamos para verlo por la tele. Es por nosotros por quienes principalmente esto se mantiene.

Os diré algo, se le da tanto bombo a lo de pitos ahora porque ensucia la imagen de Márquez. Y nos quieren pasar esa responsabilidad a nosotros por pitar, cuando en realidad es del propio Marc por hacer lo que hizo. Pero así, se tapa esto último y queda a la vista unos inocentes pitos que lo único que muestran es eso, descontento y desprecio.
Porque fue él el que no nos respeto ni a nosotros ni a este deporte.

Esto es demostrable con todo lo dicho anteriormente. Toda la vida se ha pitado, y sólo ahora se interesan en hablar de ello para que los malos parezcamos nosotros. Es decir, le dan la vuelta a la tortilla, y la tortilla se la comen los manipulables. Los que pensamos por nosotros mismos la tiramos a la basura.

Lo único por lo que puedo entender que haya gente que quiera que no se pite (sin intereses de banderas), es porque esto no vaya a más y se puedan llegar a causar situaciones peores. Aún así, me parece improbable que esto pase.


Por lo tanto, por favor, dejémonos de tonterías y de falsas apariencias. El motociclismo es un deporte, y como deporte, es competición. Habrá veces en las que veamos cosas buenas y veces que veamos cosas malas. Basta ya de intentar aparentar que somos los más guays del mundo por “respetar” a todos, cuando en realidad no lo hacemos.
Tenemos todo el derecho a expresarnos y mostrar nuestra opinión, y no hay nada de malo en ello. Eso sí, respetando que otras personas puedan tener otra diferente y así lo muestren.

Porque si no, todo se reducirá a que todas las personas merecen respeto, y ninguna opinión lo merece.

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