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domingo, 16 de agosto de 2020

Cuando el negocio se impone a la seguridad

 


Imaginad que, en un deporte que seguís, por la acción negligente de un deportista han podido morir otros tres de ellos. Ahora imaginad que, ante una situación así, la competencia responsable de velar por la seguridad de todos los integrantes del mismo no solo no abre investigación sobre lo ocurrido, sino que además se aprovecha de ello para generar visualizaciones e ingresos.
Ya podéis dejar de imaginar: es lo que ha pasado hoy en el Mundial de MotoGP.



Podemos estar de acuerdo en que en el motociclismo, todos los pilotos saben que corren ciertos riesgos al salir a pista, entre ellos poner en juego su propia vida. Por otro lado, podemos estar de acuerdo o no estarlo, en que eso pasa en muchos otros trabajos, pero además ellos disfrutan y ganan mucho dinero haciéndolo, por lo que tampoco es algo que destacar constantemente. Ahora bien, en lo que espero que también todos estemos de acuerdo, es que las actitudes irresponsables que ponen en peligro la integridad de los pilotos deberían ser penalizadas y castigadas severamente, ¿no? 
Pues sorprendentemente parece que no, puesto que hoy, con apenas 7 vueltas dadas al circuito del Red Bull Ring en Austria, hemos presenciado una acción que fácilmente ha podido acabar con la vida de tres pilotos (Franco Morbidelli, Valentino Rossi, y Maverick Viñales), y el causante de la misma, Johann Zarco, se va de rositas sin tan siquiera ser investigado por parte de Dirección de Carrera. Y no, no es una exageración: una caída a casi 300 km/h ha sido un auténtico peligro para Morbidelli; y dos motos de 160 kg pudiendo impactar a una gran velocidad de lado contra Valentino Rossi y Maverick Viñales, lo ha sido incluso más. 



Está claro que, como he dicho anteriormente, es un deporte en el que puede haber accidentes que cuesten la vida a algún piloto. Todos tenemos muy presentes, seguro, varios de ellos. Pero lo que hoy ha hecho Zarco no ha sido eso: ha sido una absoluta negligencia. Sobrepasar a un piloto en una recta y, acto seguido, sabiendo que está a tu derecha, tirarte hacia ese lado delante suya frenando para evitar que te adelanten no se puede calificar como accidente, en ningún caso. 
Además, por si esto fuera poco, Zarco es un piloto que con más frecuencia de la deseada se ve envuelto en acciones polémicas (de hecho, la semana pasada sin ir más lejos, aunque esa es debatible). Como ejemplo, aquí van algunas: 

                                 


                                 


                                  

                                 

                                  


Con el susto aún en el cuerpo, y dando gracias de que milagrosamente no haya pasado nada, creo que todos estábamos esperando qué decía Dirección de Carrera sobre lo ocurrido. La respuesta no es solamente “nada”, sino que además, al menos para mi sorpresa, hemos tenido que ver cómo ponían desde las cuentas oficiales de MotoGP una y otra vez distintas repeticiones, con llamativos titulares que sin duda lo único que pretenden es el click / visualización para generar visitas e ingresos. Pocas veces he estado tan seguro de que los actuales dirigentes de este Mundial son unos hipócritas, a los cuales se les llena la boca de hablar de “seguridad” pero a la hora de la verdad, miran hacia otro lado hasta que pasa algo grave. Integrantes de DORNA, ¿en serio después de correr peligro la vida de tres participantes del Mundial que dirigen, no solo no se plantean investigar lo que ha pasado, sino que además su reacción es la de rápidamente obtener tomas y tomas para lucrarse a base de ello? 
Que al final es un negocio, lo entiendo; que se anteponga eso a la seguridad, ya no, y es preocupante. 


En mi cabeza, puedo imaginar que hay una pequeñísima probabilidad de que ninguno de los responsables de Dirección de Carrera vea nada sancionable, pero es que al menos dos de los implicados han alzado la voz y han pedido que se tomasen medidas. Nada. El silencio más absoluto. Y para más inri, el propio Zarco, más preocupado de lo que se decía sobre él y de tratar de quitarse culpa, que de tener autocrítica y empatía por la que ha estado a punto de liar. 
La falta total de empatía hacia los demás tiene un nombre: psicopatía. 


Que la semana que viene, un piloto que ha hecho lo que ha hecho, y que piensa así, se vuelva a subir a la moto, será la segunda negligencia grave que se cometa en una semana. Que ese mismo piloto, tarde o temprano, pueda provocar otro accidente en el que haya lamentaciones será la tercera, provocada por las dos anteriores, sobre todo por la segunda. Si eso pasa, que espero con todo mi corazón que no, entonces veremos a los responsables lamentándose y asegurándose de que no vuelva a pasar, como adalides de la seguridad que son. Pero ya habrá pasado, siendo evitable. 

Hasta que llegue ese momento, que la razón y seguridad no paren al negocio. 

4 comentarios:

  1. Suscribo cada palabra. Aún sigo von el susto en el cuerpo de lo que podría haber pasado y gracias a algo superior no ha pasado. Y Zarco a la suya. Me puede argg

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  2. De punta a punta al 100% en todo lo que escribiste.

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  3. La verdad es que en Red Bull Ring no se dan las condiciones de seguridad necesarias para estas motos. No es que sea Suzuka, que sí es realmente peligroso, pero no lo considero un circuito seguro.
    Y también, al hilo de la seguridad, una reflexión que llevo tiempo haciéndome.
    Lo ocurrido en la carrera de Moto3 del gran premio de Estados Unidos y lo ocurrido con Hugo Millán y Dean Berta debe llevar a reflexionar a todo el mundo. Para mí, el principal culpable de estas muertes es Márquez. No quiero decir que haya sido él el que las haya provocado, sino que es su estilo kamikaze el que provoca que veamos estos accidentes. Una Moto3, por suerte o por desgracia, es una moto liviana y heredera de lo que fueron las 125 del Mundial, si bien con un motor más lento y que las hace más difíciles de pilotar. En cuanto a las Supersport 300, voy a tomar como ejemplo la Yamaha R3 que llevaba Dean Berta: la Yamaha R3 pesa 170 kg. Ningún adolescente de 15 años debería coger, en mi opinión, una moto de 170 kg, máxime cuando existían, y creo que siguen haciéndolo, las 125 Sport Production, que son sensiblemente más ligeras (una Yamaha R125 pesa del orden de 40 kilos menos que una Yamaha R3) y, en mi opinión, más fáciles de llevar.
    Otro ejemplo: el Gran Premio de España de 125 de 2006, disputado en el Circuito de Jerez. En esa carrera había 44 pilotos (los 39 que disputaban el Mundial ese año, más cinco wild-cards). No hubo problemas de caídas múltiples, y si los hubo se solventaron pronto. Quince años más tarde, Deniz Öncü casi provoca una desgracia en el circuito de las Américas en el Gran Premio de Estados Unidos de Moto3, con 16 pilotos menos en parrilla que en Jerez 2006 125cc. ¿El motivo? Los niños que se montan en moto ya no quieren ser como Valentino, como Pedrosa o como Jorge Lorenzo. Quieren ser como Márquez y quieren pilotar de igual forma que Márquez con unas motos que no están adaptadas electrónicamente para eso. (Salvo que seas un fuera de serie como Pedro Acosta.)
    Así que, para mí sólo hay un culpable de todos estos accidentes graves, alguno con vidas segadas por el camino, en los últimos meses. Y ése es Marc Márquez. Llamadme lo que queráis, pero es mi opinión y la voy a defender hasta las últimas consecuencias.
    Saludos.

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  4. Y ya no es sólo que los niños quieran ser como Márquez y quieran pilotar motos que no están preparadas para pilotar como Márquez pilota su MotoGP; hay una cuestión muy importante que se llama rebufo. Las antiguas motos de 125cc del Mundial no estaban diseñadas, ni en materia de chasis ni de motor, para ir buscando el rebufo y la acumulación de pilotos en un mismo grupo. De hecho, salvo en Sachsenring, donde por las propias características del circuito es frecuente ver luchas en grupo, ver un grupo numeroso luchar por la victoria en el Mundial de 125cc era, por norma general, relativamente raro. Sin embargo, las Moto3 están diseñadas, tanto en chasis como en motor, para buscar el rebufo y que haya siempre grupos numerosos en todas las carreras. De hecho, yo he llegado a ver hasta quince pilotos en el grupo cabecero en Red Bull Ring. A este problema debemos añadirle el hecho de que cada vez hay más pilotos que prefieren imitar a Márquez antes que a Rossi (no entiendo por qué, francamente; Márquez no es un piloto digno de admirar, ni como piloto ni como persona) y que son motos que no están adaptadas a un pilotaje así; una Moto3, igual que una 125cc del Mundial, requiere un pilotaje fino y con la dosis justa de agresividad. Si las nuevas generaciones son incapaces de entender esto, seguiremos lamentando muertes de adolescentes y accidentes como el que provocó Deniz Öncü en Austin el año pasado.

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