Imaginad que, en un deporte que seguís, por la acción negligente de un deportista han podido morir otros tres de ellos. Ahora imaginad que, ante una situación así, la competencia responsable de velar por la seguridad de todos los integrantes del mismo no solo no abre investigación sobre lo ocurrido, sino que además se aprovecha de ello para generar visualizaciones e ingresos.
Ya podéis dejar de imaginar: es lo que ha pasado hoy en el Mundial de MotoGP.