La noticia de que el número 65 va a ser retirado
del Campeonato en honor a Loris Capirossi ha creado una gran controversia. Por
un lado, tenemos a las personas que consideran que es un bonito gesto de la
organización del Mundial hacia ‘Capi’, pero también los hay que piensan que es
una decisión un tanto absurda.
¿Quién lleva razón?
Supongo que Capirossi no necesita presentaciones.
Es un piloto muy querido y admirado por todos (menos por Harada y sus fans), y
para mí personalmente es el gran artífice e impulsor de Ducati. El primero en
dominarla, por mucho que la gente se empeñe en olvidarle al decir que el
primero fue Stoner. Pero no vamos a hablar de eso…
Lo que nos ocupa hoy es valorar si esta decisión
tiene sentido o si por el contrario carece totalmente de él. Para eso voy a
necesitar que nos pongamos un poco en situación…
Loris hace ya 5 años que se retiró de la competición,
pasando poco tiempo después a ser un miembro importante de la Safety Commission.
Su trayectoria como piloto fue innegablemente buena, con 3 Mundiales
conseguidos y 29 victorias, habiendo pilotado Aprilia; Honda; Ducati; Suzuki… y
a lo mejor me dejo alguna. Lo único que le faltó fue un título en 500cc/MotoGP,
aunque bien es cierto que era uno de los pilotos más valorados de la parrilla,
pero por desgracia, se encontró con otros pilotos de la talla de Biaggi,
Barros, y sobre todo, Valentino Rossi, que no le permitieron luchar por
ninguno, aunque siempre rondaba el Top 5.
Otro dato a tener en cuenta es, como he dicho, que
era (y es) muy querido por la afición. Y por si alguien aún no le tenía en
estima, lo que hizo en Cheste 2011 saliendo a su última carrera con el número
58 en el carenado de su Ducati Pramac dejaba constancia de la gran persona que
es.
Ahora bien, con todo lo anterior en la mano… ¿Es
lógico retirar su número 65? Para mí no.
Por dos razones:
1. Pudiera haberlo tenido un poco si lo hubiesen
hecho en el momento de su retirada, a modo de reconocimiento a sus 22 años en
la competición.
De reconocimiento, no de homenaje. Más tarde
explicaré esto.
2. Es alarmante la cantidad de números que se están
retirando. Pensad que a este ritmo, el 46 se retirará, como también pasará con
el 99, el 93 o el 26. Todo esto empezó con la retirada del 34 del mítico Kevin
Schwantz, y de ahí hasta ahora han sido ya varios los números que “desaparecen”,
por diferentes motivos, pero con el listón cada vez más bajo. Y ojo, no quiero
menospreciar ni mucho menos a ninguno de los pilotos, pero pienso que hay que
seguir un criterio para estas cosas, y creo que no se está haciendo.
Entre los diferentes motivos que he mencionado,
están las muertes de pilotos como Kato, Tomizawa, Simoncelli, y Salom. De todos
ellos, sólo el de Simoncelli no ha sido retirado del todo, sino “cedido” a la
familia. Esto quiere decir que cualquier piloto que en un futuro quisiera
llevar el 58, tendría que pedir permiso a su familia, y eso automáticamente
convertiría “su” número, el que él quiere llevar (por los motivos que sea), en
un homenaje a Simoncelli.
Y aquí es donde voy a explicar eso del homenaje que
decía antes. Si un piloto quiere llevar el 58 porque en ese año nació su abuelo
(por ejemplo), y es una persona muy especial para él, la gente y prensa en
general siempre que vea ese 58 va a pensar en Simoncelli, no en que lo lleva
porque es por su abuelo. Y eso plantea problemas, porque el piloto en cuestión
tendría que decidir entre coger otro número renunciando al que él quiere llevar
o saber que la gente lo va a relacionar inmediatamente con Marco, cuando su
intención realmente no es esa. Y por otra parte, si decide pedirlo habrá
quienes piensen al enterarse de que no lo hace por Marco, que está mal porque
ese número representa lo que representa únicamente. Cosa con la que yo no
estaría para nada de acuerdo.
Y es que en ambos casos (el de la retirada y el de
pedir permiso), tenemos el inconveniente de que esos números se “perderán”, y
llegará un momento en que los futuros pilotos se encontrarán con 15 ó 20
números que no pueden coger.
De modo que… ¿los retiramos o los dejamos y que
cada uno escoja el que sea por los motivos que quiera?
Para mí ni una cosa ni la otra. Simplemente habría
que seguir un criterio para quitar los menos posibles, y que sólo sean aquellos
de pilotos que han marcado una época, que han destacado por encima del resto,
de modo que prácticamente se retiraría uno cada 10 años. Por ejemplo, el 46 de
Valentino se retiraría, porque también como decía Ramón Cantó en una pequeña
conversación que he tenido con él: “Suerte con el merchandising para quien
decida llevarlo”. Y más adelante, cuando Marc se retirase, lo haría junto con
su 93. Porque marcan una época.
Pero retirar todos los números de los que destaquen
un poco no tiene sentido. Siguiendo esta norma, el 3 de Biaggi debería ser
retirado, como el 27 de Stoner, y si seguimos bajando el listón hasta el 8 de
Héctor Barberá se retirará… y esto no puede ser.
Valentino ya dijo lo siguiente: “No sé qué
pasara con mi dorsal cuando me retire. Mi primera reacción es que no se retire
el 46. Prefiero que continúe y que lo pueda utilizar otro piloto. Espero que
algún día pueda verlo. No ahora, claro, y no sé quién, pero que lo pueda
utilizar alguien si quiere hacerlo.”
Pero él sabe que se retirará. Qué es mejor
homenaje, ¿que un número se retire y no volver a verlo por lo que ha
significado o que otro piloto lo lleve y la gente se acuerde de quién lo llevó?
Es una pregunta que no me atrevo a contestar, porque todavía no lo tengo claro.
Lo que sí tengo claro es que hay que seguir un
orden, y hacer las cosas a su debido tiempo.
Todo esto, por supuesto, es mi opinión y no lleva
la razón absoluta ni mucho menos. Habrá quienes piensen que no se debería
retirar ninguno y otros que hasta el de Karel Abraham debería (el número, no el
piloto. Aunque bueno…).
Fuera bromas, lo importante es que Dorna no haga de
estas retiradas de números un negocio, y que cada uno relacione cada uno con lo
que quiera, ya sea por un piloto, por una fecha, o por el portal donde se metió
con esx chicx que tanto le gustaba.
Porque al final algo tan simple se puede convertir
en parte de tu vida, como para muchos lo es el 46, por mucho que sólo sea un
número. Y lo que hagan con él (sea el que sea) es lo de menos, mientras que
cada vez que lo veas a tu mente acuda eso que quieres recordar para siempre.
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